domingo, 3 de octubre de 2010

SONETO.
Mirò Celia una rosa en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmin y grana
bañaba alegre el rostro delicado.

Y dijo: goza, sin temor del hado,
el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrà la muerte de mañana
quitarte lo que hubieras hoy gozado.

Y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja
no sientas al morir tan bella y moza.

Mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte siendo hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.

Sor Juana Inès de la Cruz.


LAS FLORES.
Estas que fueron pompa y alegrìa
despertando al albor de la mañana
a la tarde seràn làstima vana
durmiendo en brazos de la noche fria.

Este matiz que al cielo dessafìa
iris listado de oro, nieve y grana,
serà escarmiento de la vida humana:
¡Tanto se aprende en tèrmino de un dìa!

A florecer las rosas madrugaron
y para envejecer se florecieron:
cuna y sepulcro en un botòn hallaron.

Tales los hombres su fortuna vieron :
en un dia nacieron y expiraron
que pasados los siglos horas fueron.

Calderòn de la Barca (español).